jueves, 1 de octubre de 2009

Y así zarpamos aquella noche...

‘¿Por qué no?’ me dije, meditando sobre la cuestión. En mis años de cibernaufrago inexorable, me vi, más que obligado, “forzado por el destino” a caer envuelto en el infortunio de leer opiniones y pensamientos construidos y argumentados con construcciones ideológicas de venenosamente dudoso realismo. Hoy en día, cualquier idiota publica sus derrames cerebrales en la red. Esto de los avances en las tecnologías y ciencias de la comunicación es algo útil pero peligroso.

Cortando abruptamente con los divagues en contra de la contemporaneidad, algo que lamentablemente puede llevarme horas, horas, horas y mas horas de tipeo, redondeo la cuestión de por que decidí emprender este viaje, este blog, esta bitácora, mi viaje vía-blog hacia la locura. Mi bitácora. O ciber-bitácora, si les gusta mas.

Día a día, miro sin detenerme demasiado la sociedad que me rodea. Mis vecinos, bastardos hipócritas, inertes y sin vuelo ni destino ni sentido de trascendencia mas allá del portón de sus casas, a micro-escala; las porquerías lavacerebros que extienden sus tentáculos de decadencia mental desde la TV, ya sean programas como los del energúmeno de Rial, RSM, Pettinato, Tinelli, High School Musical y tantos mas, propagandas políticas, el tan conocido “MANDA CHANCHA AL 2020 Y TE CUENTO TODAS LAS CHANCHADAS QUE TE QUIERO HACER”, el tan grasiento y decadente “Pasión de Sábado/Tropical”, etcétera (léase ‘pan y circo: reloaded’).

Como decía arriba, observo todo esto sin detenerme. Pero no porque me de o no lo mismo, si no por el asco vomitivo que me produce esta sociedad totalmente carente de valor alguno, perdida en un vortice de estupidez, ahogada en su vacío mental colectivo, en su repulsivo cambalache de “mentes abiertas” y entretenimiento simiesco. Y que me perdonen los simios.

Así que la cuestión es que ya no pienso quedarme de brazos cruzados llenándome de odio y reteniéndolo en mi. ODIO esta sociedad y la condeno a la peor de las aniquilaciones. Algo de eso que se conoce como ‘esperanza’ me queda, me queda porque quiero pensar que hay gente que aun tiene la chispa de corriente mental para darse cuenta de hacia donde vamos, de que estamos en la nave de los necios, de que esta sociedad tiene que arder en su totalidad para darle nacimiento a un nuevo mundo libre de toda esta escoria.

Así que acá empieza nuestro viaje en el abismo de la red. O pueden no querer emprenderlo, y que sea solo mi viaje hacia la locura, no me molesta. Puesto que todos estamos destinados a abandonar este mundo, pero yo espero con ansias el día en el que nuestra existencia parasitaria, presidiaria, espiritualmente vacía y carente de rumbo y de sentido reciba lo que se merece.

“Dies iræ, dies illa,

Solvet sæclum in favilla”